miércoles, 31 de diciembre de 2014

Nunca vas a ser mía.

Qué pinche hermosa estás.
Me duele decirlo porque nunca vas a poder ser mía.
Te voy a mirar de lejos y sonreír porque qué pinche hermosa estás.
Pero siempre de lejos, porque nunca vas a poder ser mía.
¿Ya te dije que estás hermosa?
Te voy a tener que ver en pantallas que no le hacen justicia a tu pinche hermosura.
O en la calle, desde donde no pueda apreciar bien que estás pinche hermosa.
Pero no importa, porque al menos una vez te tuve cerca y una vez bastó para saberlo.

Estás bien pinche hermosa, y nunca vas a poder ser mía.
Porque tu pasado y tus fantasmas te persiguen.
Una vez te tuve cerca, una sola vez.
Yo sabía que no debía tenerte cerca, pero me arriesgué por tonta.
No debía tenerte cerca, porque me iba a dar cuenta.
Iba a darme cuenta de que estás bien pinche hermosa, 
y que nunca ibas a poder ser mía.

A lo mejor pudiste ser mía, pero no te pregunté 
y la oportunidad se alejó bailando y riendo.
Te jalé el brazo, me miraste y fui cobarde.
Todo es culpa de tu pinche hermosura 
y tus inseguridades, y las mías y por saber cosas de más.
Por saber que nunca vas a ser mía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

extraño.

Últimamente me he dado cuenta que extraño lo que ya no existe Y quizá en realidad nunca existió extraño sentir que todo era nuevo  ese momen...