lunes, 17 de febrero de 2014

X

Yo quería llorar por ti. 
Entonces me propuse hacerlo, me quité la ropa, entré a la bañera y dejé que el agua corriera. Así como corrió ésta, corrieron mis lágrimas. Una, dos, tres...diez. Entonces me obligué, forcé a mi cuerpo a seguir llorando, como cuando quieres forzarte a vomitar en estado de ebriedad, ¿si sabes? Esas arcadas falsas que haces para engañar a tu cuerpo y que haga lo que tú quieres. 
¡QUIERO LLORAR!, me dije a mí misma. Llora, llora, llora, quiero desterrarte de mi mente de esta manera. Quiero decantar mis sentimientos a través de mis lagrimales. ¿Cómo era posible que, sintiendo tanto dolor, solo hubieran corrido diez lágrimas? ¡¿CÓMO?!
No entiendo el funcionamiento de mi cuerpo, no entendí cómo podía sentirme tan destrozada y no poder llorar, ¿de qué se trataba esto? 
Me senté en la bañera, crucé mis rodillas y puse mi frente en la "V" que éstas creaban. Y quise llorar de nuevo. Y no pude.
Sí, lloré mientras me decías lo que temía saber. 
Sí, lloré mientras asimilaba toda esa información. 
Sí, lloré mientras te decía por última vez lo que sentía por ti.
Y entonces otra vez el suelo se abrió, dispuesto a tragarme y yo me quedé observándolo.
Ahí cesó el llanto. ¿Qué necesidad tenía yo de volver a caer? Ya me había pasado esto, era la misma situación con unos años encima. ¿Qué...? ¿Qué estoy haciendo aquí?
Ha pasado ya bastante tiempo desde que tocara aquel abismo sin saber cómo salir...pero espera, ya sabía cómo salir.
Ahh...vida, somos las dos caras de la misma moneda. No estoy dispuesta a caer de nuevo, no por ti.
Al contrario, estoy dispuesta a caminar alrededor de esa brecha para mí. Por el thrill del momento. Para disfrutar mi dolor, aprender de él. Cambiar, crecer.
Me rompiste, sí. Pero esta herida la haces sobre una cicatriz. 
Ya no tengo más lágrimas para ti, ahórrate el discurso.

...A este corazón, tan triste y a la espera, se le ocurrió amarte.

domingo, 9 de febrero de 2014

Independencia.


Quién sabe si piensa en mí, eso yo no lo sé. 
En mi mundo, todo se convirtió en incertidumbre de repente y los días llegan y se van solo porque sí. No sé quién es dueño de su corazón tampoco; hace algún tiempo me gustó creer que era yo, solo para descubrir al final que me había engañado a mí misma una vez más.

¿Pensará en mí? 

Yo sí pienso en ella, seguro. Y a veces me gustaría evitarlo. Me gustaría pasar una noche sin que su recuerdo me atormentara antes de dormir, sin escuchar su voz llamándome a la cama, sin darme cuenta de que no hay nadie allí, solo mi fría sábana.
Me gustaría también pasar los días sin luchar con mis deseos de llamarle, de decirle algo tan simple y trivial como un "hola", me gustaría no sucumbir ante mis deseos algunos días...
Y ¿cómo sería despertar una mañana sin revisar el teléfono con esperanzas de que mi pantalla acomodara de manera estratégica varios caracteres que me indicaran que me hablaste antes de irte a dormir? 
Ayer Alguien me contó una historia de independencia y libertad, en la cual Alguien nunca se había enamorado, nunca había sentido la necesidad de correr a los brazos de otro alguien en cuanto éste apareciera en su línea de visión. Mencionaba también que nunca se había sentido powerless, ni triste al no ser correspondido. "Una historia de independencia y libertad", me dijo. Y, mientras me la contaba, yo solo podía pensar en ti.

Human After All.

No quiero sentir el paso del tiempo Me rehuso a aceptar que la tormenta que era mi abuelo, es apenas una llovizna ligera No quiero enfrentar...