sábado, 26 de enero de 2013

Antes de partir...


Antes de partir, déjame encontrarte. Déjame verte sonreír, si no es por mí, por alguien más.
Antes de partir, déjame recordarte, para así guardarte hasta que te vuelva a encontrar. 
Antes de partir, no me digas adiós y no me llores, esto no se acaba y aquí no hay cabida para dolores...me quedo con el tiempo que invertimos en pasarla bien.
Me quedo con una ciudad que me recuerda a ti. 
Me quedo con lo poco o mucho que descubrí, y con la certeza de que descubriré un poco más. 
Está de más decir que te voy a extrañar...
Al filo de tu partida, no puedo decir más que gracias por abrirme tus puertas y perdón por no abrir de par en par las mías. Perdón por protegerme, quizás, cuando en verdad deseaba perderme en ti...

jueves, 24 de enero de 2013

Glitches

Y pues ahora me encuentro con un sabor agridulce en la boca. La inevitable llegada de una despedida que no quiero que llegue.
¿Por qué ahora, entonces? ¿Por qué estas ganas de entregarse y no poder? Quizá estas barreras de nuevo quieran ceder, pero ahora la razón es más fuerte, ya pasamos por esto, no queremos más.
Claro que estaba escrito el conocernos, de otra manera no se sentiría de esta forma. Probablemente no deba preguntar el por qué, raramente éstos encuentran respuestas. Lo más lógico ahora sería pensar que, si no era el momento, aprovecharé el error del destino. Agradeceré tu presencia en mi vida y lo poco o mucho que pudiste haberme enseñado. Ya me has marcado, entonces solo puedo derivar y pensar en que, si hubiera sido el momento indicado, ¿qué más hubiera pasado?

Mares, olas y desequilibrio.

Estar en desequilibrio contigo mismo en algún punto de tu vida es como cuando vas al mar y decides entrar, caminas y caminas mar adentro hasta que ya no tocas tierra...y de pronto te atrapa una ola, te hunde, te da vueltas por debajo del agua -tan rápida e intensamente que no sabes dónde estás-, no puedes respirar y te desesperas.

¿Saben? La vida es así.
O te subes a la ola o permites que te aplaste. En ocasiones la vida se te presenta como un mar en calma y notas los cambios que vienen (que son inminentes) incluso antes de que pasen y te brinda la oportunidad de darte lujos tales como evitarlos o salir de su camino para que no te afecten, sin embargo, a veces vienen sin avisar y te atrapan...en ese caso, solo queda tranquilizarte y tener la certeza de que VAS A SALIR, aún si llegaras a desesperarte.

viernes, 11 de enero de 2013


Había pasado segundos, horas, días, MESES tratando de encontrar una explicación, un motivo que me hiciera comprender qué fue lo que me hizo volar tan alto...y, por consiguiente, caer de manera tan abrupta y precipitada.
Tal vez fue tu mirada, me dije. Tus ojos, tu boca, tu manera de hablar, de caminar, de pensar...no sé, algo. Una razón, una explicación a tal grado de [podríamos llamar] obsesión contigo.
No la encontré. A pesar de mi insaciable búsqueda, no encontré ese algo con lo cual podría concluir mi cruzada por la razón...y fue entonces cuando comprendí que no hay algo especial en ti, salvo todo lo que me hiciste sentir...sin razón alguna.

jueves, 3 de enero de 2013

Pero si voy a esperar hasta que se disipen todas tus dudas...¿cuándo habrá tiempo para mí?
Mas me detengo y [te] pienso...y [te] respiro, y [te] escucho. Nada pasa si no estás aquí, pero ¿por qué no estar? Por ti he cambiado y no me ha costado y todo ha sido un regalo. Envuelto en la más discreta de las envolturas, porque no necesito que alguien más lo vea. Es solo por ti y es solo para ti. Solo para tus manos, para tus ojos...solo para tus sentidos. Siénteme, te me regalo. Y no espero algo a cambio. Tal vez solo un segundo de verte, para partir. Para partir feliz, de este mi mundo, que curiosamente eres tú.
Y todo eres tú y, al mismo tiempo, eres nada. Eres silencio, eres ruido. Eres algo nuevo, eres algo viejo; eres algo en mí, tal vez una mitad que despertó al estar cerca de la otra, que eres tú.
Eres el mundo y eres nada...y eres todo.
Eres una sonrisa y al mismo tiempo una lágrima. 
Eres definitiva y no cambias con la corriente.
Piedra.
Terca y desesperada.
Arena, sutil y moldeable.
Cristal.
Madera.
Eres todo.
¿Por qué huir? Yo me quedo contigo aunque tú te vayas. Y me dolerá tal vez, mas el dolor cambia, el dolor acaba.
Pero no acabes conmigo, porque soy inifinito...por ti.

Human After All.

No quiero sentir el paso del tiempo Me rehuso a aceptar que la tormenta que era mi abuelo, es apenas una llovizna ligera No quiero enfrentar...