Ya verás, es que contigo me pasó como cuando descubres tu estilo de música favorito.
Escuchas los demás, pero ninguno se compara al otro. El indicado.
Sabes que no es perfecto, sabes que a muchos no les gusta, pero te encanta y no puedes dejar de escucharlo.
Justo así eres tú.
Eres la melodía errante que escuché por casualidad en la calle, las letras que distinguí a lo lejos y anoté en el celular para no perderlas.
Eres la calma antes de la tormenta, pero también eres la tormenta.
Y es curioso, porque me gustan mucho las tormentas; y, tal vez...solo tal vez, también sea por eso que me gustas tanto.
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