¡Qué bueno que cambiaste de perfume, corazón! Este nuevo no se aferra a mi piel y mi ropa como yo alguna vez me aferré a ti.
Es extraño verte ahora, con alguien más en el panorama...
No sé qué nos deparan la vida y el destino, solo sé que no quiero estar lejos de tu camino. ¡Ah, qué extraña situación! Cuando quise mantenerme al margen, me introdujiste de nuevo.
Envenenas, corazón. Haces daño y lo sabes. Eres un vicio peligroso, aunque bueno, tal vez solo eres un vicio común y corriente...y tal vez un día logre sacarte de mi mente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario