Que no rompiste las sábanas, que no desacomodaste los cuadros, que no dejaste tu cepillo en el baño, tus cabellos en mi ropa, tu aroma en mi piel.
Vas a llenar la maleta con lo que quepa: las cartas, la paciencia, la calma que alguna vez existió, la sonrisa que era mía, el idioma que creamos, las lágrimas, los abrazos, las risas.
Vas a decir que, en realidad, no pasó nada.
Vas a pintar el cuarto, cortarte el cabello, cambiar cómo hablas, cómo miras, cómo tocas, cómo hueles.
A decir que mi nombre nunca existió en tus labios, que soy lo peor, que está prohibido para siempre, privado de ser mío otra vez.
Vas a decir que es lo mejor y vas a repetirlo las veces que sean hasta que logres creerlo.
Yo voy a decir que no fue para tanto.
Que no atravesé la incertidumbre constante, que no sentí el frío cuando me quedé afuera, que no me di cuenta de que nos perdimos buscando resguardo, que no tuve miedo.
Voy a seguir remendando las cobijas, seguir acomodando los cuadros, la casa, mi vida. Voy a seguir buscando lo que perdí, entre los jirones de lo que quedó.
Voy a decir que voy a estar bien.
Voy a acomodar las cajas, desempolvar los libros, sacar la basura, lavarme la cara.
Voy a jugar con los gatos, inventarles canciones nuevas, cargarlos hasta que aguanten. Voy a cambiar tu nombre de contacto, a inventar una nueva rutina donde ya no estés, a cambiar las fotos de buenos días por selfies para mi biblioteca de egolatría.
Pero me pregunto quién va a lidiar con todo lo demás.
Quién va a hablar de lo que pasó. Quién va a repetir la historia, con todo y moraleja, para todo incauto que la lea. Quién va a contar que nos quisimos y que no supimos sostenernos. Quién va a recordar los chistes locales y quién va a encargarse de los respaldos automáticos de las fotos. Quién va a acordarse de las canciones que te dediqué, y quién va a acordarse de las canciones que me dedicaste.
Me pregunto quién va a contener todo lo que se quedó suspendido, moribundo, agonizando. Me pregunto quién va a poder darle sepultura a todas las promesas que nos hicimos y no pudimos cumplirnos. Me pregunto quién puede decirme que todo va a estar bien. Que todo era cierto aunque, por ahora, parezca que no.