Quisiera poder ponerle pausa a este dolor
Que se aparece en la puerta de mi casa
Sin anuncio, sin invitación
Ser inerte, un invertebrado
Quisiera poder ponerle pausa a todo sentir
Y me abruma pensar que quizá esta herida
Nunca jamás, será una vieja cicatriz
Porque a veces se abre, también sin aviso
Que supura y no hay nada que pueda hacer
Para curarla, solo el tiempo me hace olvidarla
Hay días en que pienso que nunca ha cerrado
Y me abruma pensar que quizá nunca deje de doler
Ya no quiero querer, pasar desapercibido
Ver la vida en escalas de grises
Ya ni siquiera en blanco y negro
Saltar al mar sin salvavidas
Que la tormenta me engulla y con ello
Desaparezca sin dejar rastro
Volverme uno con los peces
Llegar a la zona abisal
Que el sol no me toque
Pero también me rehúso a estar herido por siempre
A dejar de querer por miedo a desintegrarme
¿Cómo voy a curar esta herida, si no siento?
¿Cómo sanar esta contradicción que asfixia?
Entonces me dosifico, me receto soledad
Otros días, compañía, el sol, las aves, el pasto
E intento contener ese animal herido
Que vive en mi pecho, que me aprieta las sienes
Pruebo a darle calma, para ver si algún día
Quizá la herida
Duela menos
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