Antes de partir, déjame encontrarte. Déjame verte sonreír, si no es por mí, por alguien más.
Antes de partir, déjame recordarte, para así guardarte hasta que te vuelva a encontrar.
Antes de partir, no me digas adiós y no me llores, esto no se acaba y aquí no hay cabida para dolores...me quedo con el tiempo que invertimos en pasarla bien.
Me quedo con una ciudad que me recuerda a ti.
Me quedo con lo poco o mucho que descubrí, y con la certeza de que descubriré un poco más.
Está de más decir que te voy a extrañar...
Al filo de tu partida, no puedo decir más que gracias por abrirme tus puertas y perdón por no abrir de par en par las mías. Perdón por protegerme, quizás, cuando en verdad deseaba perderme en ti...
No hay comentarios:
Publicar un comentario