Estar en desequilibrio contigo mismo en algún punto de tu vida es como cuando vas al mar y decides entrar, caminas y caminas mar adentro hasta que ya no tocas tierra...y de pronto te atrapa una ola, te hunde, te da vueltas por debajo del agua -tan rápida e intensamente que no sabes dónde estás-, no puedes respirar y te desesperas.
¿Saben? La vida es así.
O te subes a la ola o permites que te aplaste. En ocasiones la vida se te presenta como un mar en calma y notas los cambios que vienen (que son inminentes) incluso antes de que pasen y te brinda la oportunidad de darte lujos tales como evitarlos o salir de su camino para que no te afecten, sin embargo, a veces vienen sin avisar y te atrapan...en ese caso, solo queda tranquilizarte y tener la certeza de que VAS A SALIR, aún si llegaras a desesperarte.
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